sábado, 15 de noviembre de 2014

Viajando con un fibrón: Córdoba - Lima en colectivo

Si estás pensado en realizar este viaje o los trayectos (Buenos Aires - Lima, Rosario - Lima o viceversa) en colectivo y así ahorrarte unos pesos, tengo que decir que desde ahora comiences a mentalizarte para pasar 4 días sentados dentro de un colectivo, prepara unos buenos libros y música.

He tenido la suerte, y la desgracia, de hacer este viaje dos veces,  y todavía me espera uno más, pero comentaré el primero ya que fue le mas "accidentado" y anecdótico.



La primera vez realice este viaje debido a mi primer viaje independiente o de mochilero, en el cual recorrí el sur de Perú, Bolivia y el norte Argentino, la segunda para venir a Arequipa, de intercambio estudiantil.

Viaje con La Veloz del Norte, el pasaje me costo aproximadamente de 1800 pesos argentinos mas el 35% por ser argentino. Si vas a ir y volver a Lima te conviene el avión.


Día 1: Salimos de la vieja terminal de córdoba aproximadamente a las 19:00 en Noviembre de 2013, como buen colectivo latinoamericano salió con demora, debido a que el colectivo llegó tarde y la gente que viaja lleva todo lo que tiene de equipaje, incluso había gente que llevaba televisores o lavarropas.


Al entrar al colectivo trate de visualizar personas que parezcan amables y piolas, con las cuales pueda establecer conversaciones amenas en los 4 días de viajes que tenía por delante. La primera impresión que me lleve fue dura, todos estaban amontonados con bolsos enormes y parecían muy serios, por lo que no me quedo otra que decir hola y ver como respondía la gente. Al no captar una respuesta agradable me senté y comencé a leer.

Luego de unas horas de viaje llegamos a un paradero restaurante donde nos sentamos en mesas de aproximadamente diez personas, nos sirvieron una carne de dudosa procedencia y la gaseosa mas barata del mercado, una vez todos en la mesa empezamos a hablar sobre los porque del viaje, la mayoría eran peruanos volviendo a visitar familia o volviéndose para vivir en Perú. Al terminar de comer volvimos al colectivo, charlamos y dormimos.

Día 2: Amanecimos en algún lugar de Salta o Jujuy donde nos cambiaron de colectivo y me dejaron mi mochila tirada en el suelo, si, tirada en el suelo, pero como nada podía cambiar mi actitud positiva, no me enoje, solo me limite a levantar la mochila y la lleve a mi lado el resto del viaje.

Pasando por Purmamarca se nos rompió el colectivo, por lo que tuve la oportunidad de conocer el cerro de siete colores y pasearme por la ciudad unas cuantas horas junto a mis compañeros de viaje. Cuando terminaron de arreglar el colectivo, obviamente volvimos a emprender viaje, pero no por mucho tiempo, ya que dos o tres horas mas tarde se nos vuele a romper el colectivo en medio de la montaña. Otra vez nos detuvimos unas cuantas horas hasta que arreglaron el colectivo, tiempo en el cual pude conocer a casi todos los pasajeros y conocer un poco de sus historias, una vez listo el coche partimos hacia la frontera con Chile.


Día 3: Una vez que llegamos a la frontera con Chile, muchos ya estaban mareados y con dolor de cabeza debido a la altura, tuvimos que bajar TODO el equipaje del colectivo, presentar los papeles y demás. Desde este punto hasta llegar a Perú el colectivo no para, por lo que compramos un poco de comida allí en la frontera y emprendimos viaje nuevamente.


Luego de estar unas horas en Chile, el baño comenzó a rebalsar, ya que el colectivo no puede tirar los desechos en territorio chileno, por lo que el colectivo se llenó de un aroma a mix de flores intestinales y productos químicos riquísimos. Luego de otro día de viaje llegamos a la Perú donde finalmente desecharon las sustancias del baño y comimos un menú y partimos para Lima.


Día 4: Después de ver 300 veces las mismas películas y empezar a entrar en confianza con los demás pasajeros, comenzaron a salir historias impresionantes y que te marcan de por vida, historias como por ejemplo la de una señora que me contó que habían secuestrado su hija por lo que vendió todo lo que tenía y fue hasta Bolivia para recupérarla, como si se tratase de una película de Holywood finalmente rescato a su hija.

A unas 12 horas de lima, paramos a comer frente al mar, donde tuve lo oportunidad de pasearme por la "playa" una hora, observando la tranquilidad del mar.


Luego de otras 12 horas de viaje llegamos finalmente a Lima, aproximadamente a las 2:00 AM, no tenía donde quedarme y una mujer me invito a la casa de sus abuelos. Así fue que termine durmiendo en la casa de Tino y su esposa.


En fin, fueron más de 3500 kilómetros, cuatro maravillosos días, llenos de accidentes e historia increíbles, de gente humilde y trabajadora que comparte todo lo que tiene con alguien que muy posible mente jamás en su vida vuelva a ver. Cuatro días donde se olvidan todas las diferencias y dentro del colectivo todos son hermanos. Sin dudas una vez en la vida hay que hacer un viaje largo en colectivo.

1 comentario:

  1. Genial blog !! me gusto mucho como tomaste todo lo negativo y lo transformaste en positivo, creo que es lo principal para vivir bien. Dale para adelante con el blog !

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