miércoles, 11 de marzo de 2015

Potosí y la cruda realidad de sus minas

Luego de pasar por La Ciudad Blanca de América llegué a Potosí, con el fin de visitar sus minas a más de 5000 msnm, si bien puede ir uno mismo por su cuenta a hablar con los mineros y explorar la mina por mucha menos plata, me dirigí al centro a buscar un tour para las minas ya que era 1° de enero y casi ningún minero estaba trabajando.

La mayoría de los tours son iguales, te dan todo el equipo necesario y te piden que compres algo para regalarle a los mineros.

Como ya dije las minas en algunas partes están a más de 5000 msnm sumado que son cuevas donde el oxígeno escasea y el habiente está altamente contaminado cuesta horrores caminar y respirar, cada 500 metros teníamos que parara a respirar.

 




Una vez cambiados te enseñan como tratan los metales.


Y luego se emprende viaje a la mina.












Algunos lugares de la mina son muy chiquitos, de momentos tuvimos que ir casi arrastrándonos por el suelo inundado de agua, barro y químicos.


El tío, dios de los mineros, al cual todos los días le dejan como ofrenda hojas de coca, cigarrillos y una bebida alcohólica con una graduación de más del 50%. Este dios controla tanto la recolección de minerales como los derrumbes y las muertes. Cuanto más ofrendas se le deja menos derrumbes y muertes va a haber en el año.

A los mineros no les agradan los turistas pero los dejan pasar a las minas ya que existe la posibilidad de que sean los turistas los que mueran y no los mineros.














Durante el recorrido se explora las minas creadas por los españoles y luego se pasa a las minas cooperativas, donde se puede ver a los mineros trabajar.

Ir a la mina puede ser crudo, porque te encontrás con chicos de 15 años que no saben hablar español y trabajando todo el día respirando aire contaminado y manejando materiales altamente tóxicos.

La expectativa de vida de estos mineros es de aproximadamente 50 años y ante mi pregunta de porque trabajan en un ambiente tan contaminado que les consume la vida, la respuesta fue porque se gana un poco más que trabajando en otra profesión y porque existe la posibilidad de descubrir una veta con muchos minerales y hacerse rico, aunque las posibilidades de eso son muy escasas la gente cree que va a volverse rica.

Entrar a la mina es crudo, tan crudo que me dio una perspectiva diferente de la vida, si bien sabemos que existen trabajos y vidas complicadas, uno no ve todos los días a personas que no sepan absolutamente nada — cuando digo absolutamente nada es así, son personas que nunca fueron al colegio o salieron de su pueblo y que no tiene aspiraciones en la vida — se la pase en una cueva altamente contaminada 14 horas diaria y no pueda disfrutar de la vida.

Si bien soy agradecido por la vida que tengo, situaciones como estas, te abren más la mente y te muestran que sos mucho más afortunado de lo que pensás, que tenés mucho más de lo que imaginas para disfrutar y que tus problemas realmente no son tan importantes o grabes como los planteas.

En fin ir a las minas es crudo, pero mirándolo con los ojos adecuados puede ser una gran lección de vida.

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