sábado, 7 de mayo de 2016

¿Ir o no a la universidad?

En la argentina, últimamente, han acontecido una serie de ataques a la universidad publica recordando presupuesto y poniéndola en jaque desde algunos periódicos de tira nacional. Como los viajes y la universidad tienen mucho que ver con el desarrollo personal, me permito escribir este articulo, en el cual daré mi punto de vista de sobre si vale la pena o no ir a la universidad.


Claramente solo puedo dar mi mirada subjetiva del asunto, tomando en cuenta sola la situación de mi carrera, licenciatura en ciencias de la computación, y mi universidad (y la de mi intercambio), aunque hablando con varios colegas, el nivel es el mismo en todas las universidades del país, por lo menos con lo que respecta a mi área.

Si estas pensado ser abogado, medico, dentista o cualquier otra tipo de profesión que necesita de un titulo universitario, obviamente, esta fuera de discusión, tenes que ir si o si, pero para aquellos que elegimos una profesión en la que el titulo no vale tanto, de vez en cuando, se nos cruza la idea de dejar de estudiar.

¿Por qué no ir?

 

Profesores prehistóricos. 


Esta lleno de profesores que a simple vista se les nota que no les interesa o no les gusta dar clases, con métodos de enseñanza del siglo XX, valoran más el estudiar de memoria que el verdadero aprendizaje de los procesos lógicos detrás de las cosas. Te quieren enseñar qué pensar en vez de cómo pensar. Profesores que obtuvieron el titulo y nunca más aprendieron algo por voluntad, que hacen lo mínimo e indispensable para que no lo echen de la universidad.

Brecha universidad realidad.

 


La universidad por muchos años ha sido la casa del conocimiento y la innovación, pero está dejando de serlo, sumado a los profesores de la era de las cavernas están los planes de estudios de la década de los 90 que dejan mucho que desear, más en áreas tecnológicas en las que los avances se pueden ver día a día. Ya muchas materias o contenidos han caducado, quedado inútiles en el mundo y al parecer las universidades no se han entrenado. Todo estudiante piensa que al salir de la universidad se va a comer el mundo y la realidad es que salís siendo un cachorrito que con suerte y astucia no va a ser devorado. Nos educan igual que a nuestros padres, al igual que nuestros abuelos y tatarabuelos, en un mundo que no tiene nada ver con el de ellos.

Burocracia.

 


El arte de hacer difícil lo fácil es una especialidad de las universidades, casi cualquier cosa que quieras hacer tiene un grado de burocracia innecesario, desde inscribirte para cursar o rendir hasta aplicar para una beca. Lo bueno de todo esto es que vas a desarrollar paciencia, lo malo, que vas a perder horas realizando tareas sin sentido.
  

Forma empleados.

 


La educación es más importante que nunca, pero necesitamos enseñarle a la gente a pensar un poco mas allá que tan solo buscar un empleo seguro. La seguridad proviene de nuestra habilidad de lidiar con el mundo, no de un empleo, y de esas habilidades ni se habla en clases.

Tenes un tutor.

 

Si tenes un tutor que es crack en lo que hace y no se necesitas un titulo para trabajar de lo que te gusta, anda a aprender de el. Por ejemplo, si querés ser vendedor y tenes contacto con el mejor vendedor del país, no lo dudes, tu tutor va a saber guiarte y enseñarte mucho mejor que la universidad.

¿Por qué si ir?

 

Profesores excelentes.
 
Pero no todo es un pozo oscuro, también existen profesores de gran nivel tanto a nivel académico como personal, profesores que trasmiten toda su pasión por enseñar a sus alumnos, profesores que te recargan la batería y el entusiasmo por la vida y el conocimiento, que te llenan de curiosidad. Profesores con los que da gusto charlar y debatir, personas abiertas. En fin, clases en las que preferís asistir antes que quedarte durmiendo un viernes lluvioso de invierno.

Desarrollo personal.

 

Si te falta un golpe de horno y sos medio inmaduro como yo, la universidad te va a ayudar a madurar y a abrir los ojos en muchos aspectos de la vida, tanto internos como externos, y con menos dolor con el que lo haría el mundo real.

Experiencias.

 


Intercambio, congresos, viajes, charlas, fiestas, la universidad es una excelente etapa para divertirse y "coleccionar" experiencias buenas, malas, vacías y llenas de contenido. Vas a tener diversión a montones, vas a ir de acá para allá conociendo personas nuevas, con suerte a tus amigos de la vida, además vas a hacer contactos que en un futuro te pueden ayudar en tu vida profesional.

De momento de calidad

 

Si bien la brecha realidad universidad es grande, aun los contenidos son de calidad y te dan las bases para que puedas comprender y aprender los avances existentes en tu área.

Gratuidad


Y por ultimó, el punto más importante, vale aclarar que en Argentina no pagamos NADA directamente por estudiar en la universidad, digo directamente porque indirectamente lo paga toda la población con sus impuestos, pero ese es otro rollo, como diría un español. La universidad libre de aranceles es una gran ventaja, porque nos ahorra el pensar y calcular, si vale la pena endeudarse 10 años para obtener un titulo como lo hacen en otros países. Ademas, al ser gratuita pasa a ser una gran herramienta de nivelación, una oportunidad para aquellas clases sociales excluidas y eso, la verdad, me parece genial y el punto culmine de la discusión.


Entonces, ¿Voy o no a la universidad?


Si, pero debo aclarar que si me hubiese endeudado por 10 años para obtener mi titulo estaría un poco descontento con la calidad de la educación, con tanta burocracia los proceso de revisión de profesores y planes de estudio están generando un retraso que puede llevar a una perdida importante en la calidad educativa y con la educación online avanzando tan rápido no hay que quedarse dormido. Debemos seguir luchando y exigiendo una universidad publica, gratuita y de calidad. En conclusión, pienso que la mejor opción es ir a clases y trabajar al mismo tiempo y así complementar el conocimiento técnico con el del mundo real.

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