sábado, 1 de agosto de 2015

[Motivaciónal] Eres más afortunado de lo que piensas

A diario solemos envidiar lo que tienen otras personas, solemos quejarnos de la poca surte o los problemas que tenemos. La rutina y la cotidianidad hacen que naturalicemos muchas cosas que no son naturales, como por ejemplo comer todo los días o poder bañarnos con agua caliente. Al naturalizar todo, perdemos la capacidad de valorar lo que somos y lo que tenemos, y en ese momento comenzamos a distraernos, quejarnos, aburrirnos, olvidarnos, en fin, a perdernos.


Si estas leyendo esto significa que perteneces al grupo de privilegiados que tiene acceso a Internet. Nos quejamos de que no tenemos suerte, pero fuimos el mejor espermatozoide de 250 millones, nos quejamos porque no nos podemos comprar el ultimo celular mientras que aproximadamente 3,5 billones de personas viven con menos de dos dolares por día, nos molestamos cuando en nuestro plano hay comida que no nos gusta mientras que 1 billón de personas sufren de desnutrición, nos quejamos que tenemos que estudiar pero no nos percatamos que existen 6,5 billones de personas que no tienen acceso a la educación universitaria. Podría estas horas tirando datos abrumadores de lo privilegiado que sos, y estos datos no son para que te sientas más o mejor a costa de los demás, sino que son para que tomes conciencia que eso que damos por hecho no es así. Tenemos que abrir los ojos y empezar a valorar la vida que nos toco, y hacer con ella lo mejor que podamos.



La importancia de estar agradecido

Todos conocemos a personas que tienen todo lo que se necesita para ser felices, pero no lo son, porque siempre quieren algo más, y también conocemos a personas que sufren muchas desgracias y que son profundamente felices, y uno se sorprende, porque se sienten agradecidas, agradecidas de poder vivir un día más, de poder caminar, comer o respirar, y gracias a esas personas, podemos apreciar que la gratitud nos hace felices.


Tenemos algo valioso y que se nos ha dado, la vida, no la compramos ni nos la ganamos, solo nacimos. Por lo que tenemos que vivir agradecidos y darnos cuenta de que cada momento, es un momento dado, es un regalo. Y esto no significa que estemos agradecido de las cosas negativas que hay en el mundo como la pobreza, la violencia o la muerte de un familiar, sino que debemos dar las gracias de estar vivos en este momento y cambiar aquellas cosas que están a nuestro alcance, hay que reconocer las miles de ocasiones que se nos presentan para arreglar los problemas o disfrutar el momento. Si observamos detenidamente encontraremos que siempre se nos da la oportunidad de disfrutar y que muchas veces la desperdiciamos por estar inmersos en nuestros problemas, apurados en nuestra vida, por ello es importante detenernos ha observar.


Seguramente, ya hayas experimentado un sentimiento de gratitud, luego de un largo viaje o un largo periodo donde nos falta algo a los que estamos acostumbrados, solemos estar completamente contentos y agradecidos de poder dormir en nuestra cama, de poder usar nuestro baño o de tener electricidad en nuestra casa, pero luego de unos días, volvemos a naturalizar estas cosas y estas sensaciones desaparecen. Por lo que debemos hacer el esfuerzo cada día para recordar que estas simples cosas, no son tan simples como parecen, y que nos dan la oportunidad de tener una buena vida, la buena vida que tenemos.


A si que es nuestra decisión, seguir abrumado por nuestra forma de trabajar compulsivamente que nos impide tener contacto real con la vida o detenernos, hacer una pausa, respirar, apreciar el momento y dar las gracias de estar vivo. Podemos alimentar nuestra conciencia con amor, compasión, alegría y ecuanimidad o podemos alimentarla con codicia, odio, ignorancia y orgullo. Nuestra conciencia está comiendo todo el tiempo, día y noche, y lo que consumimos se convierte en la sustancia de nuestra vida.

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