lunes, 5 de octubre de 2015

9 días de viaje, más de 6000 kilómetros.

Luego de pasar una semana en lo profundo del amazonas decidí que era hora de volver, el problema es que estaba a más de seis mil kilómetros de casa.

 El punto blanco hace referencia al lugar donde me encontraba, el rojo a mi casa.

Día 1 (20Km): Pantoja - Nueva Roca Fuerte (NRF)

Situado en medio del amazonas donde el único medio de transporte son los botes de los locales, que ocasionalmente viajan de un lado a otro, tuve la suerte de toparme con un grupo de monjas que se dirigían de regreso a NRF, al enterarme de esto, en menos de cinco minutos, le pregunte al dueño de la embarcación si podía regresar con el, arme la mochila, pase por migración y estuve listo para comenzar el largo regreso a casa que tenia por delante. Para mi sorpresa las monjas habían contratado un tour por el Parque Nacional Yasuní, uno de los lugares con más biodiversidad del planeta, en el pude ver muchísimos animales en su hábitat, como por ejemplo los famosos delfines de río (los rosados y los grises) y todo esto totalmente gratis.
Una vez en NRF pase por migración y compre el pasaje para Coca.


Día 2 (750Km): Nueva Roca Fuerte (NRF) - Francisco de Orellana (Coca) - Guayaquil

Partí a las 7 Am en una lancha moderna, con butacas y motores grandes, a las 2 pm aproximadamente ya me encontraba en coca, apenas toque tierra me fui al terminal y me tome el primer bus a quito. A las 3 pm ya estaba viajando a Guayaquil. El trayecto que supuestamente iba a demorar 15 horas, resulto ser de 18.


Día 3 (1250Km): Guayaquil - Machala - Huaquillas - Tumbes - Piura - Chimbote

Ni bien baje en Guayaquil partí para Machala, ya con tres días de viaje y con dolores importantes, lo único que quería era llegar a casa y descansar. Por fin me toco un viaje tranquilo, cómodo y sin imprevistos, el colectivo salio y llego a horarios, después de 3 horas ya estaba en Machala donde compre un pasaje para Huaquillas, ciudad fronteriza entre Ecuador y Perú. Una vez en Huaquillas me encontré con unos franceses que estaban igual de apurados que yo, por lo que decidimos compartir un taxi y dirigirnos a Tumbes, ya que el próximo colectivo salia en dos horas. En el camino me pegué un susto tremendo, porque el taxi pasó por una zona no muy bella en la que pensé que nos iban a robar todo, imaginense la cara de los franchutes, diez veces peor que la mía.


Mis planes eran tomarme un bus directo desde Tumbes hacia Lima, pero al comenzar a buscar un bus, me enteré de que ya no había más lugares, estaba desbordado de gente, por lo que tuve que ir en una trafic, muy incomoda, a Piura.
Durante el trayecto comencé a charlar con los pasajeros y dos de ellos también se dirigían a Lima por lo que acordamos buscar colectivo juntos. Pero otra vez sopa, en Piura no había más colectivos, estaba todo agotado, en el trajín de buscar colectivos, encontramos a un taxista que tenia amigos chóferes en una empresa de colectivos que hacia el trayecto Piura - Chimbote (Algo más cerca de Lima). Luego de meternos con el taxi donde paran los colectivos, sus amigos accedieron, con coima de por medio, a llevarnos parados en el colectivo. Imagínense unas 10 horas o más parados en las escaleras y para colmo en medio de la noche la policia paró al colectivo hasta que se hizo de día por no poseer luces.
Día 4 (430Km): Chimbote - Lima

Una vez en Chimbote, cansado por pasar toda la noche durmiendo en la escalera del colectivo, encontré un bus directo para Lima. En lima, nuevamente, estaba todo agotado, por lo que no me quedo otra que dormir en un motel y al otro día partir para Arequipa.

Día 5 (1020Km): Lima - Arequipa.

El haber podido dormir, comer e higienizarme adecuadamente, me ayudo a recordar, que mi amigo Nicolas se encontraba en Puno, y que estaba por volver a casa también. A si fue que chateamos y nos pusimos de acuerdo para volver juntos. Por lo que decidí dirigirme a Arequipa para luego ir a Puno. Pero nuevamente todo estaba agotado, por lo que me tuve que ir hasta el centro de la ciudad en hora pico, empujando a la gente en el metrobus para poder entrar con mi mochila gigante. Una vez en el centro tuve que tomar uno de los buses más caros, y por primera vez en cinco días, viaje verdaderamente cómodo.



Día 6 (300Km): Arequipa - Puno.

A las 3 pm ya estaba en Puno, con mi amigo Nicolas hicimos las cuentas y nos convenía dormir en puno y salir bien temprano a la mañana siguiente hacia desaguadero. Por lo que nos compramos unas pizzas para el viaje, jugamos un monopoly con sus amigos y nos fuimos a dormir.


Día 7 (1150Km): Puno - Desaguadero - La Paz - Villazon

4:30 Am ya estábamos saliendo, en una trafic incomoda y un frío insoportable, hacia desaguadero (La frontera más fea por la que me toco pasar en mi vida), lugar donde arribamos a las 7:30. Luego de que a Nicolas lo quieran estafar los policías fronterizos y esperar hora y media en aduana, conseguimos otra trafic hacia La Paz, donde nos dejaron en medio de la ciudad y tuvimos que tomar un transporte urbano y conseguir un bus a Villazon, el problema era que nos faltaban 20 bolivianos para poder comprar los pasajes, por lo que tuve que caminar por el alto, un barrio bastante peligroso, buscando una casa de cambio mientras Nicolas cuidaba el equipaje.

 


Día 8 (1200Km): Villazon - La Quiaca - San Salvador de Jujuy  - Córdoba

Llegamos de madrugada a Villazon e instantáneamente nos dirigimos a la frontera, después de esperar unas 3 horas, cruzamos a pie hacia La Quiaca y finalmente, estaba en Argentina, donde lo primero que hice fue comprar comida que extrañaba y dirigirme hacia San Salvador de Jujuy.  En San Salvador de Jujuy nos encontramos que muchas empresas de colectivos estaban clausuradas por evasión impositiva, por lo que no conseguimos colectivo hacia nuestra ciudad y nos tuvimos que dirigir a Córdoba, nuevamente aprovechamos el tiempo que tuvimos que quedarnos en la terminal para seguir comiendo cosas que extrañábamos.



Día 9 (220Km): Córdoba - Río Cuarto

Finalmente en Córdoba, a tan solo unas horas de casa, ya podía saborear la milanesa que me iba a comer, sentir la ducha e imaginar la siesta que me iba a pegar.

Luego de 9 días de "desgracias", cansado, contracturado, sucio, llegué a casa, con lo que todo eso significa.


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